En navidad muchas personas reciben dispositivos electrónicos como regalo, algunas por primera vez, otras como una actualización y en este último caso muchas veces los dispositivos anteriores se convierten en desechos electrónicos (el flujo de residuos de más rápido crecimiento en el mundo), aunque contienen materiales valiosos que pueden ser recuperados y reutilizados; además de químicos tóxicos y peligrosos que impactan el medio ambiente.

RAEE es el acrónimo para Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos y se refiere a cualquier producto que tenga una batería o un enchufe, que deja de funcionar o se vuelve obsoleto o inservible.

Cada año millones de televisores, cepillos de dientes eléctricos, herramientas eléctricas, teléfonos, cámaras, teléfonos móviles, tabletas, computadores, computadores portátiles, equipos de música llegan al final de su vida útil, mientras otros no funcionan o se quedan obsoletos como es el caso de monitores, teclados, ratones, impresoras, radios, microondas, lavadoras, secadoras y juguetes que pasan a ser desechos electrónicos.

Según Global E-waste Statistics Partnership en el 2019 se descartaron más de 53.6 millones de toneladas de desechos electrónicos alrededor del mundo, pero únicamente se recicló 17.4%, algo alarmante, debido a que, como ya lo mencioné, los dispositivos electrónicos contienen químicos tóxicos como mercurio, cadmio, plomo, cromo, arsénico, y otros metales pesados y químicos de combustión lenta potencialmente tóxicos, que no deben ser arrojados a la basura por el alto riesgo tanto para la salud como para el medio ambiente.  Los desechos electrónicos contienen metales precioso como oro, cobre, hierro, titanio, aluminio, estaño, plata que, según las Naciones Unidas, se cree pueden ser entre 40 y 50 veces mayores que los minerales extraídos en el planeta, pero en el caso del oro, únicamente se recupera entre 10% y 15% del que tienen los dispositivos electrónicos, por lo tanto al reciclarlos se pueden extraer los componentes y obtener dinero en la denominada “Minería Urbana”, ya que al reciclar 1 millón de teléfonos móviles se recuperan 15.876 kilos (35.000 libras) de cobre, 350 kilos (772 libras) de plata, 34 kilos (75 libras) de oro y 15 kilos (33 libras) de paladio. Para que tengan una idea más clara Apple reveló que en el 2015 recuperaron 999.72 kilos (2.204 libras) de oro de iPhones, Macs y iPads reciclados, que alcanzó un valor de $40.000.000 de dólares.

Otro punto importante al reciclar dispositivos eléctricos y electrónicos es que además de ayudar a reducir la producción de basura, se reducen la contaminación y el consumo de agua, energía, químicos y combustible fósil. Tenemos el ejemplo del computador y su monitor, en cuya fabricación se consumen 1.5 toneladas de agua, 240 kilos (530 libras) de combustible fósil, 18 kilos (40 libras) de químicos y, contrario a lo que se piensa, el 81% de la energía asociada al computador se usa durante su fabricación y no durante su funcionamiento.

Por todo lo anterior es importante reciclar los dispositivos eléctricos y electrónicos o, en caso de ser útiles todavía, donarlos a alguien que lo necesite o una fundación de caridad. Si se trata de computadores, tabletas, teléfonos móviles, antes se deben pasar los archivos, fotos, documentos, música, ya sea a la nube o al nuevo dispositivo, y luego asegurarse que toda la información contenida en los antiguos sea borrada y eliminada, esto se hace restableciendo el dispositivo a su configuración de fábrica, así se evita que desconocidos tengan acceso a datos personales y privados.

Ya vimos la importancia de reciclar los dispositivos eléctricos y electrónicos, pero tal vez  sería mejor reducir el consumo al que nos lleva una sociedad que nos incitan a estar cambiando el celular cada uno o dos años, solo porque la nueva versión tiene una pequeña actualización, esto sin mencionar los televisores y otros dispositivos. Antes de comprar un electrónico nuevo deberíamos reflexionar y analizar si de verdad lo necesitamos o si estamos cayendo en el juego del consumismo, que tanto daño le hace al medio ambiente, y tomar consciencia del impacto que le causamos al planeta con nuestras acciones.

Fuentes: livegreen.recyclebank.com, thebalancesmb.com, pandasecurity.com, grupobraceli.com, familyhandyman.com.

About the Author: Adriana Orozco

Nací en una ciudad a la que llaman la “tacita de plata”, siempre orgullosos y comprometidos con mantenerla limpia, y ahora que lo pienso hemos tenido consciencia ecológica desde antes que existiera el término, es algo que llevo arraigado en mi y que le he enseñado a mis hijos, por eso me duele escuchar personas decir que no cuidan porque el vecino no cuida o porque no van a estar vivos para cuando se vean las consecuencias, mismas que ya estamos viendo y sufriendo. Motivada por la indiferencia e ignorancia de las personas, sentí que debía hacer mi parte y aportar mi granito de arena en el cuidado del medio ambiente, por lo que decidí buscar la forma de interesar a las personas hasta el punto que empezarán a hacer parte de la solución y no del problema. Se me ocurrió escribir para compartir información relacionada con el aprovechamiento de elementos que tenemos en casa y de esta manera reducir el uso de químicos y de la basura, de paso ahorrando porque lamentablemente la gente se motiva más fácil cuando le tocan el bolsillo. En esta aventura he aprendido mucho y creo que quienes me leen también lo han hecho, pero lo más importante es que cada vez seamos más las personas comprometidas con la causa de cuidar y proteger la tierra en que vivimos More posts by Adriana Orozco