La contaminación lumínica que afecta a los seres vivos es causado por el exceso de luz artificial, haciendo las noches más brillantes, dentro y fuera de los hogares, esa que nos impide ver las estrellas en las grandes ciudades. Además está provocando que cada año la Tierra sea un 2% más brillante.

Esta contaminación es consecuencia de la iluminación pública, carteles publicitarios, tráfico vehicular y luces de las ventanas. Sin embargo, hay una que es más invasiva, la causada por pantallas de computadores, televisores y de los celulares.

Muchas de estas luces son inadecuadas o innecesarias y afectan a humanos, plantas y animales por igual, siendo estos últimos los que llevan las de perder, especialmente los nocturnos.

La contaminación lumínica altera tanto nuestro ritmo circadiano, el que determina el día y la noche, como la generación de melatonina, lo que está provocando enfermedades como insomnio, obesidad, depresión, entre otras.

Habíamos hablado antes de la contaminación acústica (https://www.naturalessentia.com/2021/03/30/contaminacion-acustica-y-su-relacion-con-la-perdida-auditiva/) que afecta, entre otros, la vida marina (https://www.naturalessentia.com/2021/03/23/consecuencias-de-la-contaminacion-acustica-en-los-oceanos/) y ahora se suma la contaminación lumínica en las playas que afecta a:

1. Aves migratorias que se guían en la noche por la luz de la luna y las estrellas, pero tanta luminosidad las despista y pierden su rumbo.

2. Los corales cercanos a la playa no se reproducen de forma habitual.

3. Las tortugas al nacer van hacia el mar que es la parte más brillante, pero en esas playas se dirigen en sentido contrario, hacia las luces, lo que ocasiona su muerte.

Otros animales y plantas se están viendo amenazados por este tipo de contaminación, ya que altera el medio ambiente en el que viven. Algunos de los efectos comprobados son:

• Insectos, como las luciérnagas, se ven afectados por la contaminación lumínica que les impide detectar sus luces para aparearse y que sus depredadores no identifiquen la señal de mal sabor, por lo que les pueden ocasionar daños que les causan la muerte. Esto disminuye su población y no solo pone en peligro a los insectos sino a otras especies que se alimentan de ellos.

• Animales que se orientan con la luna la confunden con las farolas y pasan toda la noche dando vueltas alrededor de ellas, por lo que están demasiado cansados para aparearse, además debido a ese cansancio son presas fáciles para sus depredadores.

• Los anfibios necesitan oscuridad para aparearse y los que están cerca de zonas muy iluminadas han variado este proceso.

• En las plantas que están cerca de postes de luz se comprobó que fueron menos polinizadas en la noche y dieron menos frutos que las que no lo están.

La contaminación lumínica, además de los daños ya mencionados, genera un consumo energético que aumenta la emisión de gases de efecto invernadero.

En Francia muchos municipios apagan el alumbrado público desde las 11 o 12 de la noche hasta las 6 de la mañana para proteger los ecosistemas nocturnos. Contrario a lo que se pensaría no se han incrementado ni la inseguridad ni los accidentes de tránsito.

Para contribuir a contrarrestar este tipo de contaminación podemos:

1. Apagar las luces que no se están utilizando. Todavía hay muchas personas que no lo aplican.

2. Iluminar solo lo necesario. En las calles iluminar solo las áreas por donde se mueven personas y vehículos.

3. Utilizar luces poco contaminantes. Elegir luces más eficientes y menos contaminantes.

4. Dirigir las luces hacia objetivos específicos. La luz se dirige únicamente al espacio que se quiere iluminar y evitar las luces que van dirigidas al cielo.

5. Usar sensores de movimiento. Solo se encienden cuando se necesitan, así se previene que estén encendidas toda la noche.

6. Prescindir de luces proyectadas al cielo. Estas generan contaminación lumínica muy eleva y su uso es innecesario.

Al estar atentos y practicar estas recomendaciones podemos aportar al cuidado del medio ambiente y de todos los seres que habitamos este hermoso planeta.

Fuentes: greenglobe.es, theconversation.com, ecologiaverde.com.  

About the Author: Adriana Orozco

Nací en una ciudad a la que llaman la “tacita de plata”, siempre orgullosos y comprometidos con mantenerla limpia, y ahora que lo pienso hemos tenido consciencia ecológica desde antes que existiera el término, es algo que llevo arraigado en mi y que le he enseñado a mis hijos, por eso me duele escuchar personas decir que no cuidan porque el vecino no cuida o porque no van a estar vivos para cuando se vean las consecuencias, mismas que ya estamos viendo y sufriendo. Motivada por la indiferencia e ignorancia de las personas, sentí que debía hacer mi parte y aportar mi granito de arena en el cuidado del medio ambiente, por lo que decidí buscar la forma de interesar a las personas hasta el punto que empezarán a hacer parte de la solución y no del problema. Se me ocurrió escribir para compartir información relacionada con el aprovechamiento de elementos que tenemos en casa y de esta manera reducir el uso de químicos y de la basura, de paso ahorrando porque lamentablemente la gente se motiva más fácil cuando le tocan el bolsillo. En esta aventura he aprendido mucho y creo que quienes me leen también lo han hecho, pero lo más importante es que cada vez seamos más las personas comprometidas con la causa de cuidar y proteger la tierra en que vivimos More posts by Adriana Orozco